Oh glorioso Rey en
tu majestad, medito
en la realidad que me enseña a vivir
cuando sale el sol hasta reposar
viendo las aves volar recuerdo tu amor
mi mente piensa alegremente
qué Dios tan grande y fuerte
pero a la misma vez
me envuelve tu silbido apacible
II
Porque eres grande, maravilloso
eres hermoso y nadie es como tú
porque eres fuerte
en medio de mi debilidad
eres mi Dios, digno de mi adoración
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