I
No quiero imaginar, no quiero ni
pensarlo
que tú te hayas perdido
que tú hayas regresado de nuevo
al pasado a vivir en pecado
¿qué ya se te olvidó aquella soledad?
tu corazón herido por tantas decepciones
por tantos fracasos de amores truncados
¿qué ya se te olvidó?
II
Andabas entre las tinieblas
buscando salida, cual pájaro alzabas
tus alas queriendo volar
sin rumbo ibas en alta mar
cual nave perdida, cual pródigo
triste
deseando encontrar un hogar
de pronto Jesús te encontró
y te dijo: te amo, sus manos
todas tus heridas pudieron sanar
te dio el valor de enfrentarte de
nuevo
a la vida, tu alma y tu ser las
llenó
con su amor y su paz
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